La Hipnosis, también conocida como hipnoterapia o sugestión hipnótica, es una técnica de gran valor utilizada para tratar problemas psicológicos, emocionales y psicosomáticos y cuya eficacia ha sido comprobada por cientos de estudios científicos en todo el mundo.
El estado hipnótico es un estado de focalización sensorial en el que la persona está concentrada en sus vivencias internas, conservando al mismo tiempo, el control y la consciencia sobre sí misma.
Cuando una persona se encuentra en “trance hipnótico” se siente tranquila y profundamente relajada. Gracias a ese estado de relajación consigue focalizar su atención en un pensamiento, recuerdo, sentimiento o sensación, logrando, si así lo desea, modificar sus percepciones, comportamientos, sensaciones y emociones.
La Hipnosis clínica no se considera una terapia o un tipo de psicoterapia en sí misma, es una técnica que ha de ser aplicada, sola o junto con otras técnicas, dentro de un marco psicoterapéutico y ha de ser siempre aplicada por psicólogos, médicos o psiquiatras.
Si bien es una técnica segura, (siempre que sea aplicada por profesionales de la salud especializados), está contraindicada en el caso de trastornos graves de la personalidad, así como en epilepsia y esquizofrenia.
En 1953 la Asociación Inglesa de Medicina, y en 1956, la Asociación Americana de Medicina recomendaron el uso de la hipnosis clínica en la intervención de problemas físicos y psicológicos.
En la actualidad la hipnoterapia es ampliamente utilizada en todo el mundo por psiquiatras, médicos y psicólogos y en nuestro país es cada vez mayor el número de pacientes que se benefician de su uso.
¿Qué es la Hipnosis?
La Hipnosis no es una técnica mágica, es una forma de comunicación donde el terapeuta se comunica con el mundo de su paciente, a través de vivencias que provoca en él por medio de la palabra. Tomando como elemental punto de partida el comunicar en primer término sensaciones de reafirmamiento, de seguridad, de cuidado, consideración y respeto. De este modo, a través de esa relación de comunicación, permite que el paciente atenúe sus mecanismos de defensa de vigilia y se permita alcanzar un estado de intensa serenidad física y mental, de tranquilidad, un profundo estado hipnótico al volcarse sobre sí mismo. Desde esta óptica, la Hipnosis clínica se la puede ver claramente como un fenómeno de comunicación.
Típicamente la Hipnosis está envuelta en la introducción del procedimiento durante por el cual el sujeto es informado de que se le van a presentar experiencias imaginativas. La inducción hipnótica es una sugestión inicial extendida para usar la propia imaginación, y puede contener elaboraciones posteriores a la introducción. Un procedimiento hipnótico se usa para incitar y evaluar respuestas a las sugestiones.
Al usar la Hipnosis, una persona (el paciente) es guiada por otra (el hipnotizador) para responder a sugestiones por cambios en experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción, pensamiento, o comportamiento.
Dependiendo de la meta del practicante y los propósitos de la investigación clínica, los procedimientos y las sugestiones usadas diferirán. Tradicionalmente los procedimientos están relacionados con la relajación, aunque esta no es necesaria para la Hipnosis y se puede usar un amplio rango de variedad de sugestiones, incluyendo las que permiten estar más alerta.
La Hipnosis clínica resulta efectiva en los siguientes casos:
Aunque los usos más conocidos de la hipnoterapia son la hipnosis para dejar de fumar, para adelgazar y para vencer la ansiedad, las aplicaciones de esta técnica son muchas más:
- Estrés
- Problemas emocionales
- Víctimas de abusos sexuales
- Traumas
- Duelo
- Separación o divorcio
- Crisis de pánico
- Miedos y fobias
- Obsesiones y compulsiones
- Problemas de alimentación (anorexia, bulimia, obsesidad, atracones, vigorexia…)
- Problemas de sueño (pesadillas, terrores nocturnos, insomnio…)
- Enfermedades psicosomáticas, dolor crónico, fibromialgia, colon irritable, dolor de cabeza, migraña…
- Asma, alergias, fatiga crónica
- Tabaquismo, adicciones, ludopatía, drogodependencia, alcoholismo
- Preparación al parto
- Tics nerviosos, tartamudez
- Timidez, habilidades sociales y asertividad
- Autoestima, Inseguridad
- Toma de decisiones, resolución de problemas
- Procastinación y postergación, autosabotaje
- Control de los impulsos, control de los hábitos, manejo de la ira, autocontrol
- Preparación de exámenes, desarrollo personal, vitalidad, creatividad, autoconocimiento, rendimiento deportivo
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